Lo primero es que si verdaderamente quieres encontrar una excusa, ten la plena seguridad que la encontrarás.
Lo segundo que descubrirás es que cuando comiences a utilizar esta excusa vas a encontrar aliados. ¡Sí! Hallarás personas que las crean y las compartan. Ellas te van a decir: “Yo sé cómo te sientes porque a mí me sucede exactamente lo mismo”.
Y, finalmente, encontrarás que una vez las des, nada cambiará acerca de tu realidad. Tu mediocridad seguirá ahí, los problemas permanecerán igual, no habrás avanzado sino que habrás retrocedido. Así que evita dar excusas.
Quiero que durante las próximas semanas examines cuáles son las excusas que utilizas con más frecuencia. ¿Acaso las dices porque crees que son verdad o qué es lo que estás tratando de justificar con ellas? En la mayoría de los casos, las excusas ocultan un mal recurrente o un mal hábito de la persona.
Por ejemplo, muchas personas utilizan el tráfico o el mal tiempo para justificar el hecho de llegar tarde a todas partes. Pero lo cierto es que llegar tarde tiene menos que ver con el tráfico y mucho más con la falta de organización.
Quizás el verdadero problema es que te comprometes excesivamente, o que te distraes con mucha facilidad y se te pasa el tiempo, o quizás es que no has aprendido a respetar el tiempo de las demás personas.
Entonces, si encuentras que eres el tipo de persona que acostumbra llegar tarde a todo, en lugar de continuar buscando excusas, toma la decisión de salir un poco más temprano a todas tus citas o evita comprometerte en exceso. Haz esto y te aseguro que muy pronto nos veremos en la cumbre del éxito.
C. Cruz
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