Es dar sin pensar en recibir.
Es una demostración de
ternura junto con una
fuerza que protege.
Es perdonar sin volver a
pensar en lo que has
perdonado, pero sabiendo
perfectamente lo que
has perdonado.
Es conocer la debilidad
humana pero sabiendo
que tras de ella late
el hombre verdadero.
Es mantener la serenidad
en medio de la ofuscación.
Es confiar en Dios
sin pensar en sí mismo.
Es la hermosura perenne:
la luz de los ojos maternos,
la gloria en el sacrificio,
la garantía humilde
de su protección.
Es la expresión de
la promesa de nuestro
Padre hecha realidad.
Es negarnos a ver
otra cosa que sea
bondad en nuestros
semejantes.
Es la gloria que llega
como algo natural y
la fuerza que da
la garantía del amor
del padre por sus hijos.
Es la voz que sabe decir "no"
cuando es más fácil decir "si".
Es la resistencia a la lujuria
y a la codicia mundana,
convirtiéndose en
expresión positiva
de lucha contra el error.
Amor...
algo que nadie
puede quitarnos...
...lo que podemos dar
constantemente
enriqueciéndonos
cada vez más.
El amor no puede
darse por ofendido,
ya que no puede saber
algo por sí mismo,
no puede concebir.
Tampoco puede dañar,
ni ser dañado,
porque constituye
el más puro reflejo de Dios:
la bondad.
Es la fuerza eterna e
indestructible de lo bueno.
Es la voluntad de
Dios que concibe,
prepara y ejecuta
siempre lo más
conveniente para todo
su Universo.
Es una demostración de
ternura junto con una
fuerza que protege.
Es perdonar sin volver a
pensar en lo que has
perdonado, pero sabiendo
perfectamente lo que
has perdonado.
Es conocer la debilidad
humana pero sabiendo
que tras de ella late
el hombre verdadero.
Es mantener la serenidad
en medio de la ofuscación.
Es confiar en Dios
sin pensar en sí mismo.
Es la hermosura perenne:
la luz de los ojos maternos,
la gloria en el sacrificio,
la garantía humilde
de su protección.
Es la expresión de
la promesa de nuestro
Padre hecha realidad.
Es negarnos a ver
otra cosa que sea
bondad en nuestros
semejantes.
Es la gloria que llega
como algo natural y
la fuerza que da
la garantía del amor
del padre por sus hijos.
Es la voz que sabe decir "no"
cuando es más fácil decir "si".
Es la resistencia a la lujuria
y a la codicia mundana,
convirtiéndose en
expresión positiva
de lucha contra el error.
Amor...
algo que nadie
puede quitarnos...
...lo que podemos dar
constantemente
enriqueciéndonos
cada vez más.
El amor no puede
darse por ofendido,
ya que no puede saber
algo por sí mismo,
no puede concebir.
Tampoco puede dañar,
ni ser dañado,
porque constituye
el más puro reflejo de Dios:
la bondad.
Es la fuerza eterna e
indestructible de lo bueno.
Es la voluntad de
Dios que concibe,
prepara y ejecuta
siempre lo más
conveniente para todo
su Universo.
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