Había una vez un hombre que asistía al funeral de su hermano. Antes de los servicios religiosos el hombre habló con el ministro, quien compartió una historia interesante con el hombre. El ministro dijo: "Su hermano vino a mí hace varios meses con perfecta salud. Insistió en hacer sus arreglos funerales porque dijo que iba a morir pronto.. El dijo: "Los hombres en mi familia siempre mueren cuando tienen más o menos sesenta años, y mi cumpleaños está a la vuelta de la esquina". Cuando tu hermano murió poco después de cumplir los sesenta años, recordé lo que me había dicho".
El hermano replicó: "Varios hombres en nuestra familia han muerto cuando tenían más o menos sesenta años, pero no todos; yo estoy en los setenta. Y dicho sea de paso, hay algo que mi hermano no sabía: él fue adoptado".
Nuestros pensamientos y creencias tienen un impacto poderoso en nuestras vidas. Cuando no estamos conscientes de esto, la transformación no sólo es difícil, sino imposible. Sin embargo, hoy es un día de regocijo para ti, porque ahora comprendes que tus pensamientos, actitudes y creencias causan tus experiencias en la tierra.
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