Despertar a las emociones significa SENTIRLAS.
No requiere cambiar nuestros sentimientos, los sentimientos cambian todo el tiempo por sí mismos. Tampoco significa cambiar nuestro temperamento.
Si somos intuitivos o filosóficos, sanguíneos o melancólicos, probablemente eso siga siendo igual. Nuestro alcance puede expandirse, pero nuestro temperamento y nuestra personalidad probablemente continúen siendo los mismos.
Un maestro budista decía que había esperado despertar para lograr una “transformación impersonal”.
La transformación es la apertura del corazón y no un cambio de personalidad.
Siguió diciendo ese maestro:
En muchos sentidos la transformación espiritual de estas últimas décadas es diferente de lo que había imaginado. Sigo siendo la misma persona esquiva, en gran parte con el mismo estilo y manera de ser. De modo que por afuera no soy esa persona asombrosamente transformada, iluminada, que esperaba volverme. Pero hay una gran transformación por dentro.
Años de trabajar con mis sentimientos, mis patrones familiares y mi temperamento suavizaron la manera en que los contengo a todos. En la lucha por conocer y aceptar en profundidad mi vida, ésta se transformó, y mi amor creció.
Si mi vida era un garage lleno donde no dejaba de chocarme contra los muebles y de criticarme, ahora es como si mi hubiera mudado de hangar y hubiera dejado las puertas abiertas. Tengo los viejos muebles, pero no me limitan como antes. Yo soy el mismo, sin embargo, ahora estoy libre para moverme, incluso para volar.
Las emociones son fuerzas poderosas, pero no es el miedo o la represión lo que nos liberará de sus garras: la respuesta es la CONCIENCIA
“¿Es esto lo que yo soy?” preguntemos a nuestros sentimientos a medida que los hagamos concientes. Si podemos contener nuestros sentimientos dentro de un corazón amplio e intrépido, los sentimientos solitarios, quebrados, confundidos, surgen de una nueva manera, transformados por la ACEPTACIÓN.
Armamos y defendemos el corazón no contra el mundo sino contra nosotros mismos.
El corazón despierto no tiene defensa. Permite todo el dolor y la belleza de la vida.
El lama Trungpa dijo: “El corazón abierto y blando, es el que tiene la capacidad de transformar el mundo“.
Cuando las emociones quedan libres y el corazón puede expresarse, sin preocuparse por la opinión de los demás, esa libertad se extiende a todos los aspectos de nuestro temperamento.
Hay que aprender a ser fiel a uno mismo y a la vida......
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