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Gracias.
Hora Ciudad de México

jueves, 29 de septiembre de 2011

VIVIENDO

Cada oportunidad vivida, cada oportunidad planteada nos acerca más a nuestros sueños.

Cada día más y más cerca, siendo feliz en el ahora.


H de Luz

EL TIEMPO

Si abrimos el corazón, sí hay tiempo,

mucho tiempo, para ayudar,

para acompañar, para servir,

para amar.

Un niño invita a su padre

o a su madre a jugar un rato.

¿Respuesta?

“No tengo tiempo”.

Luego el padre o la madre dedican

más de dos horas al chat.

Un joven llama por teléfono a su amigo.

Quiere desahogarse, ser escuchado.

Después de 5 minutos,

del otro lado escucha:

“Mira, ahora estoy muy ocupado

y no tengo tiempo para seguir.

Si quieres, otro día hablamos”.

Luego, el amigo “muy ocupado”,

se sienta en un sofá para matar

la tarde con un videojuego.

La esposa le pide al esposo

salir de compras.

Él le dice que no tiene tiempo.

Luego, le llaman sus amigos

para ir a jugar golf.

Y va.

Las situaciones son muchas.

Los motivos para decir

“no tengo tiempo”

cambian de persona a persona.

Unos, realmente válidos,

indican que tenemos

urgencias inderogables:

si hay un familiar enfermo

tenemos que ir al hospital

y por eso decimos

“no tengo tiempo”

a quien nos pida algo en este momento.

Otros, menos válidos (a veces fútiles)

simplemente nacen

de nuestras preferencias, gustos,

planes personales.

Si preferimos un rato de televisión

en vez de escuchar a un anciano

que quiere ser atendido, no digamos

“no tengo tiempo”. Seamos sinceros,

y digamos, al otro y a nosotros mismos,

que preferimos descansar en vez

de ese gesto hermoso pero a veces difícil

de ofrecer oídos, corazón y tiempo

a quien nos lo pide.

Sólo cuando seamos sinceros

y determinemos con claridad dónde

se nos escapa el tiempo,

qué gustos nos atan a banalidades

o a cosas serias pero no imprescindibles,

cómo perdemos momentos preciosos

de la propia vida en asuntos que satisfacen provisionalmente pero luego nos dejan

descontentos y vacíos,

podremos tener el valor de reorientar

nuestras preferencias.

Si, además, abrimos el corazón

a las luces de Dios,

si dejamos purificar el alma de avaricias

y perezas que nos atan al mundo

y a la carne,

descubriremos que sí hay tiempo,

mucho tiempo, para ayudar,

para acompañar, para servir, para amar,

sobre todo a quienes viven a nuestro lado.


F. Pascual

miércoles, 28 de septiembre de 2011

lunes, 26 de septiembre de 2011

Para estos tiempos...



"Si un día tienes que elegir
entre el mundo y el amor, recuerda:
Si eliges el mundo quedarás sin amor,
pero si eliges el amor, con él conquistarás al mundo"

Albert Einstein

Los gatos y nosotros:

La mayoría de la gente piensa
que los gatos no hacen nada,
son perezosos y todo lo que hacen
es comer y dormir.
¡No es así!
¿Usted sabia que los gatos tienen
una misión en nuestra vida?
¿Alguna vez se ha puesto a pensar
porque tantas personas hoy en día tienen gatos,
más que el número de personas que tienen perros?
Aquí está una serie de datos sobre
la vida secreta de los gatos.
Todos los gatos tienen el poder de,
diariamente, remover energía negativa acumulada
en nuestro cuerpo. En cuanto dormimos,
ellos absorben esa energía.
Si hay más de una persona en la familia,
y sólo un gato, él puede acumular
una cantidad excesiva de negatividad
al absorber energía de tantas personas.
Cuando duermen, el cuerpo del gato libera
la negatividad que eliminan de nosotros.
Si estuviéramos excesivamente estresados,
pueden tener el tiempo suficiente
para liberar tal cantidad de energía negativa,
y consecuentemente se acumula
como gordura hasta que pueden liberarla.
Por tanto, ser vuelven gordos –
y usted piensa que era la comida
con la que usted los alimentaba!
Es bueno tener más de un gato en casa
para que la carga sea dividida entre ellos.
Ellos también nos protegen durante la noche
para que ningún espíritu indeseable
entre en nuestra casa o cuarto mientras dormimos.
Por eso les gusta dormir en nuestra cama.
Si consideran que estamos bien,
no dormirán con nosotros.
Si hubiera algo extraño pasando a nuestro alrededor,
saltarían a nuestra cama y nos protegerían.
Si una persona viniera a nuestra casa
y los gatos sintieran que esas personas
están ahí para perjudicarnos
o que sus intenciones no son positivas,
los gatos nos rodearían para protegernos.
Cuando mis gatos comenzaron
a hacer eso conmigo,
no entendía porque se quedaban encima
de mí o en mis pies.
Después supe que me estaban protegiendo.
Entonces, mis oídos y
mis ojos buscan inmediatamente
ver la reacción de mis gatos para ver que
van a hacer cuando alguien entre a mi casa.
Si para la persona, a olerla y quieren
ser acariciadas por esa persona,
sé que me puedo relajar.
Si usted no tiene un gato,
y un gato callejero entra en su casa adoptándola
como su hogar,
es porque usted necesita de un gato
en ese momento en particular.
El gato callejero se ofreció como voluntario
para ayudarlo a usted.
Agradezca al gato por escoger su casa
para ese trabajo.
Si usted tiene otros gatos y no puede quedarse
con los callejeros,
encuentre un lugar para él.
El gato llegó a usted por una razón desconocida
para usted a nivel físico, pero en sueños usted
puede ver la razón del aparecimiento del gato
en ese momento, por si quisiera saber.
Por tanto, no asuste al gato.
Los gatos nos curan.
Los gatos son criaturas adorables.
Aman a sus dueños por encima de todo,
pero tienen una manera diferente de amar...
Son nobles.
¡Ellos son grandes amigos y compañeros!
¡Son dulces, amigables y fieles!
Las personas alérgicas a los gatos
son emocionalmente incapaces
de amar a alguien con profundidad,
porque reprimen sus verdaderos sentimientos!
Adopte un gato, su vida nunca más serás la misma!

LAS TRES VIRTUDES‏

La del vaso, que retiene y que no da nada.
La del canal, que da y no retiene.
La de la fuente, que crea, retiene y da.


Y entonces comprendí que, hay seres humanos-vaso,

cuya única ocupación es almacenar virtudes,

ciencia y sabiduría, objetos y dinero.

Son aquellos que creen saber todo lo que hay que saber;

tener todo lo que hay que tener,

y consideran su tarea terminada cuando han concluido su almacenamiento.

No pueden compartir su alegría,

ni poner al servicio de los demás sus talentos,

ni siquiera repartir sabiduría.

Son extraordinariamente estériles; servidores de su egoísmo;

carceleros de su propio potencial humano.

Por otro lado existen los seres humanos-canal,

son aquellas que se pasan la vida haciendo y haciendo cosas.

Su lema es: "producir, producir y producir".

No están felices si no realizan muchas muchísimas actividades

y todas de prisa, sin perder un minuto.

Creen estar al servicio de los demás,

fruto de su neurosis productiva,

cuando en realidad su accionar es el único modo

que tienen de calmar sus carencias; dan,

dan y dan; pero no retienen.

Siguen dando y se sienten vacíos.

Pero también podemos encontrar

seres humanos-fuente, que son verdaderos

manantiales de vida.

Capaces de dar sin vaciarse,

de regar sin decrecer,

de ofrecer su agua sin quedarse secos.

Son aquellos que nos salpican "gotitas" de amor,

confianza y optimismo,

iluminando con su reflejo nuestra propia vida.


miércoles, 21 de septiembre de 2011

Alicia “Solo quiero saber que camino debo tomar”
El Gato: ”Pues… depende a donde quieras ir tú…”
Alicia “Eso no importa…”
El Gato: ”Entonces… realmente no importa el camino que escojas”



Alicia en el país de las maravillas

jueves, 15 de septiembre de 2011

LA SONRISA

Muchos conocen bien El principito, un libro maravilloso escrito por Antoine de Saint-Exupéry. Es un libro que, sin dejar de ser un cuento para niños, es también un recurso maravilloso para estimular el pensamiento en los adultos. Muchos menos son los que tienen conocimiento de otros escritos, novelas y cuentos del autor.

Saint-Exupéry era un piloto de caza que luchó contra los nazis y murió en acción. Antes de la segunda guerra mundial, luchó contra los fascistas en la guerra civil española. A partir de aquella experiencia escribió un cuento fascinante con el título de La sonrisa (Le sourire). Éste es el relato que quisiera compartir con ustedes ahora. Aunque no está claro si la intención del autor era escribir un texto autobiográfico o de ficción, yo prefiero creer en la primera posibilidad.

Cuenta el autor que, capturado por el enemigo, lo confinaron en una celda. Por las miradas desdeñosas y el rudo tratamiento que recibió de sus carceleros, estaba seguro de que al día siguiente lo ejecutarían. A partir de aquí contaré la historia tal como la recuerdo, con mis propias palabras.



«Estaba seguro de que me matarían, y me fui poniendo tremendamente inquieto y nervioso. Repasé mis bolsillos en busca de algún cigarrillo que pudiera haber quedado en ellos pese al registro y encontré uno que, con manos temblorosas, apenas pude llevarme a los labios. Pero no tenía fósforos; eso sí se lo habían llevado.

»Por entre los barrotes miré a mi carcelero, que evitaba mantener contacto conmigo. Después de todo, nadie intenta mirar a los ojos a una cosa, a un cadáver. Decidí preguntarle:

»—¿Tiene fuego, por favor?

»Me miró, se encogió de hombros y se acercó a encenderme el cigarrillo.

»Mientras se acercaba para encender el fósforo, sin intención alguna, nuestros ojos se cruzaron. En ese momento, sin saber por qué, le sonreí. Quizá fuera por nerviosismo, tal vez porque cuando dos personas están muy cerca una de otra es muy difícil no sonreír. En todo caso, le sonreí. En ese instante fue como si se encendiera una chispa en nuestros corazones, en nuestras almas: éramos humanos. Sé que aunque él no lo quería, mi sonrisa pasó a través de los barrotes y provocó otra sonrisa en sus labios. Me encendió el cigarrillo y se quedó cerca, mirándome directamente a los ojos, sin dejar de sonreír.

»También yo seguí sonriéndole; ahora ya lo veía como a una persona, no como a un simple carcelero. Pareció como si el hecho de que me mirara hubiera cobrado también una nueva dimensión.

»—¿Tienes hijos? —me preguntó.

»—Si, mira.

»Saqué la cañera y busqué las fotos de mi familia. Él también sacó las fotos de sus hijos y empezó a hablar de los planes y las esperanzas que ellos le inspiraban. A mí se me llenaron los ojos de lágrimas. Le dije que temía no volver a ver nunca a mi familia, no poder llegar a verlos crecer. A él también se le humedecieron los ojos.

»De pronto, sin decir nada más, abrió la puerta y sin añadir palabra me guió hacia la salida. Ya fuera de la cárcel, silenciosamente y por callejas apartadas, me condujo fuera de la ciudad. Allí, ya casi en el límite, me dejó en libertad y, sin una palabra más, regresó.

»Aquella sonrisa me había salvado la vida.



Sí, la sonrisa... el contacto espontáneo, natural, no afectado entre las personas. Éste es un episodio que cuento en mi trabajo porque me gustaría que la gente pensara en que, debajo de todas las capas defensivas que construimos para protegernos, para proteger nuestra dignidad, nuestros títulos, nuestros grados, nuestro estatus y nuestra necesidad de que nos vean de tal o cual manera... por debajo de todo eso, sigue estando, auténtico y esencial, lo que somos. No me asusta llamarlo alma. Realmente, creo que si esa parte de ti y esa parte de mí pudieran reconocerse la una a la otra, no seríamos enemigos. No podríamos sentir odio ni envidia ni miedo. Con tristeza llego a la conclusión de que todos esos estratos que tan cuidadosamente vamos construyendo a lo largo de toda la vida, nos distancian de los demás y nos aíslan de cualquier auténtico contacto con ellos. El relato de Saint-Exupéry nos habla de ese momento mágico en que dos almas se reconocen.

No he tenido más que unos pocos momentos como aquél. Enamorarse es un ejemplo y también observar a un bebé. ¿Por qué sonreímos cuando vemos un bebé? Quizá sea porque vemos a alguien que aún no tiene todas esas barreras defensivas, alguien que, bien lo sabemos, cuando nos sonríe lo hace de forma totalmente auténtica y sin engaños. Y el alma de bebé que seguimos llevando dentro sonríe con melancólico agradecimiento.



McCarty

QUIERO

Quiero aprender a oírte sin juzgarte. Quiero que me enseñes a opinar sin darte consejos.
Quiero que aprendas a confiar en mí; sin exigirme.
Quiero enseñarte a ayudarme sin decidir por mí.
Quiero aprender a cuidarte sin anularte.
Quiero que me enseñes a mirarte sin proyectar cosas en ti.
Quiero que aprendas a animarme sin empujarme.
Quiero enseñarte a abrazarme sin asfixiarme.
Quiero aprender a sostenerte sin hacerme cargo de ti.
Quiero que me enseñes como protegerte sin mentiras.
Quiero aprender a acercarme a ti sin invadirte.
Quiero que aprendamos a aceptar las cosas del otro que más nos disgustan , tanto como para no pretender cambiarlas.
Quiero que hoy, después de lo aprendido , yo de ti y tú de mí, seamos capaces de elegirnos otra vez sin condiciones.


J. BUCAY

miércoles, 14 de septiembre de 2011

APEGOS


Un pájaro herido no puede volar,
pero un pájaro que se apega a una rama de árbol, tampoco.

¡Deja de apegarte al pasado!

Dice el proverbio hindú:
"El agua se purifica fluyendo; el hombre, avanzando.
" El mundo está lleno de sufrimiento;
la raíz del sufrimiento es el apego;
la supresión del sufrimiento significa la eliminación,
el abandono de los apegos.

Hay un deseo común,
que es el cumplimiento de lo que se cree que va a dar felicidad al yo,
al ego.
Ese deseo es apego,
porque ponemos en él la seguridad,
la certeza de la felicidad.

Es el miedo el que nos hace desear la felicidad,
y ella no se deja agarrar.
Ella es.
Esto sólo lo descubrimos observando,
bien despiertos,
viendo cuándo nos mueven los miedos
y cuándo nuestras motivaciones son reales.

Si nos aferramos a los deseos,
es señal de que hay apego.
¿Abandonar los apegos significa apartarse del mundo material?
La respuesta es:
¡No!

Uno usa el mundo material,
uno goza el mundo material,
pero no debe hacer depender su felicidad del mundo material.
¿Está esto suficientemente claro?

Uno comienza a gozar las cosas cuando está desapegado,
porque el apego produce ansiedad.
Si estás ansioso cuanto te aferras a algo,
difícilmente podrás gozarlo.

Por lo tanto,
lo que te propongo no es una renuncia al goce:
es una renuncia a la posesividad,
a la ansiedad, a la tensión,
a la depresión frente a la pérdida de algo.

-¿De dónde crees que provienen todos los conflictos?
De los apegos.

-¿De dónde crees que proviene el sufrimiento?
De los apegos.

-¿De dónde crees que proviene la soledad?
De los apegos.

-¿De dónde crees que proviene el vacío?
Tú lo sabes: el origen es el mismo.

-¿De dónde crees que provienen los temores?
También de los apegos.

Sin apego no hay temor.
¿Lo pensaste alguna vez?

Sin apego no hay temor.

martes, 13 de septiembre de 2011

NAICA; cuando la naturaleza nos rebaza

Naica es un pueblo del estado mexicano de Chihuahua, dedicado a la minería, mundialmente conocido por las formaciones de cristales que se encuentran en su interior.
La cueva de Naica en Chihuahua contiene los cristales de yeso más grandes del mundo y ahora se sabe que los que han tardado más en formarse sumando un millón de años, a una velocidad increíblemente lenta, equivalente al grosor de un cabello cada 100 años y por tanto mucho más reducida que la de las estalactitas y estalagmitas.
Las selenitas, nombre científico de los cristales, llegan a medir 11 metros de largo, un metro de espesor y pesan hasta 55 toneladas y sehan formado en condicines muy particulares de temperatura y humedad.


Para más información y maravillarse de este mágico y enigmatico lugar visita:
http://naica.com.mx/




Hada d Luz




DECÁLOGO PARA ADMINISTRAR EL TIEMPO

1.- Busca tiempo para leer; es una forma de mejorar el saber de los demás.
2.-Busca tiempo para rezar; es el modo de entrar en contacto con Dios y expresarle tu amor.
3.-Busca tiempo para meditar; es un ejercicio necesario para llegar a la profundidad de tu corazón.
4.-Busca tiempo para dialogar; es la acción más noble del ser humano a través de la cual uno escucha y habla, recibe y da y así se crece y se consolida la amistad.
5.-Busca tiempo para observar a los demás; es una actitud que te enseñará mucho y te ayudará a imitar lo positivo de los otros y a evitar sus defectos.
6.-Busca tiempo para contemplar la naturaleza; es el arte de Dios, donde ÉL se ha manifestado con toda su belleza.
7.-Busca tiempo para trabajar, para hacer algo diligentemente; es el precio que has de pagar por realizarte a ti mismo, ser útil a los demás y construir una sociedad más justa , más humana.
8.-Busca tiempo para viajar; es una actividad que engrandece en gran manera, porque entras en contacto con gente y con culturas diferentes que te pueden complementar.
9.-Busca tiempo para evaluarte a ti mismo; es un momento propicio para hacer balance, de decidir con energía lo bueno que debes potencia y lo malo que debes corregir.
10.-Busca tiempo para amar; es la esencia de la vida que brinda al ser humano sentido y felicidad.


J.BESTARD

lunes, 12 de septiembre de 2011

Diferencias


Siempre existiran diferentes perspectivas y puntos de vista, esto es ilustrado por la siguiente conversación de una turista y una nativa...



Una turista occidental contemplaba, llena de admiración, el collar de una nativa. "¿De qué está hecho? ", le preguntó. "De dientes de caimán, Señora", respondió la nativa. "¡Ah, ya!. Supongo que los dientes de caimán tendrán para ustedes el mismo valor que para nosotros tienen las perlas... "¡En absoluto!. Una ostra puede abrirla cualquiera."

A.M.

sábado, 10 de septiembre de 2011

The Aurora

"Lo que puede hacerse siguiendo un método sencillo, no debe buscarse por un medio complicado"

Hermes
La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser.

Ortega y Gasset
"Sólo una mente abierta puede estar preparada para escuchar algo que va en su contra. Una mente cerrada puede escuchar sólo lo que la respalda."










Osho

viernes, 9 de septiembre de 2011

Ser feliz

Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro. A partir de aquel instante comenzó a buscarla. Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano.

En un recodo del camino vio un letrero que decía: "Le quedan dos meses de vida.”
Aquel hombre, cansado y desgastado por los sin sabores de la vida, sin haber logrado encontrar la felicidad, se dijo: —Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida, con las personas que me rodean.

Y aquel buscador infatigable de la felicidad, solo al final de sus días encontró que, dentro de sí mismo, en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el tesoro que tanto había deseado.

Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así como uno es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar, y también razones para morir y descansar.

Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión. Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que la felicidad está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior.

Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser Dios amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total.

Y en su mente recordó aquella sentencia que dice: “¡Cuánto gozamos con lo poco que tenemos, y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos!"

Ser feliz es una actitud.